Señal de la Cruz.
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oración:
Oh Dios,
que llenaste los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu
Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
(oración tomada del sitio corazones.org CLICK AQUI )
ORACIÓN INICIAL
Señor, espero en Ti; Te adoro, Te amo, auméntame la fe. Quiero que seas
mi apoyo en todo: sin Ti no puedo nada. Tú te has quedado en la
Eucaristía.
Quiero que te sientas amado por mí: para eso intentaré cuidarte,
acompañarte, tener detalles contigo, adorarte, agradecerte, valorar cada
vez más esta locura tuya,...
Y quiero sentirme amado por Ti: que me alegre tenerte tan cerca, que me
sienta acompañado, seguro, querido, fortalecido, comprendido, escuchado,
alimentado, ... ; hazme Tú ese regalo especialmente estos días y
siempre que comulgue.
Reflexión 5. - CUIDARLE COMO MERECE"Sin mí no podéis nada" (Jn 15, 5)
Que cuando entremos en la Iglesia nuestra primera mirada vaya al sagrario. Que las primeras palabras se las digamos a Él. Que cada vez que pasemos ante el Sagrario hagamos una genuflexión bien hecha: la rodilla derecha en el suelo, mientras con los ojos se le mira y con el corazón se le dice algo. Que nos movamos por allí con respeto.
Porque allí vive Dios, en la iglesia no nos sentamos directamente en el banco al llegar, sino que le saludamos antes poniéndonos un momento de rodillas, ...
¿Cómo estás en la Iglesia? ¿Tratas a Dios con reverencia? ¿Tienes un santo temor de Dios, por tratar a Dios como se merece?
Sin Ti, Señor, no puedo nada, Siempre que algo me preocupe, o me alegre, quiero sentir la necesidad de acudir a Ti, de acercarme a un sagrario, en cuanto me sea posible, y hablar de eso contigo. María y San José, que le tratásteis, con tanto cariño a Jesús: ayudadme a cuidarle yo en el sagrario; llevadme vosotros a Él. Gracias.
ORACION FINAL
Dios mío yo
creo, adoro, espero y te amo, te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, Les adoro profundamente y les ofrezco el precioso
Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, que se
encuentra presente en todos los Sagrarios de la tierra, en reparación
por los abusos, sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido.
Amén.
Señal de la Cruz
Los ocho días que siguen a la fiesta del Corpus Christi, los dedicamos los cristianos a continuar la fiesta. Aquí tienes un texto para cada día de la octava....
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